Desde antiguo existen una serie de objetos que ya son conocidos como “naturalmente” amuletos. Estos son sin duda alguna, fruto de la experiencia y el saber popular de innumerables pueblos y regiones de todo el mundo. Vamos a describir aquí los más conocidos.

HERRADURA

Debe ser de siete agujeros y se ha de colocar en la entrada de la casa con los extremos hacia arriba para que no se “vacíe” la buena suerte.

TREBOL DE CUATRO HOJAS

Se dice que atrae la buena suerte, la fortuna y la prosperidad, siempre y cuando lo encuentres y no lo compres.

 

 

TOCAR MADERA

La superstición de tocar madera para evitar calamidades proviene de la asimilación a la madera de la cruz donde Cristo fue crucificado, y por lo tanto se entiende como un súplica de protección.

BUHOS

Simbolizan el conocimiento, el estudio y la sabiduría. Se puede tener una figurita untada de extracto “Estudios” o “Concentración” y colocarla en la mesa de estudio.

 

 

LLAVE DE LA FELICIDAD

Llave dorada que se vende y que debe ser ritualizada igual que cualquier amuleto antes de usarla. Aporta suerte, amor, dinero,… El hecho de encontrarse una llave (que no sea negra), se interpreta como muy buen augurio.

PATA DE CONEJO

Se dice que es originaria de Galicia (España). Llevarla colgada o como llavero da buena suerte, pero debe ser de color blanco.

 

RANAS

Las ranas siempre han sido asociadas a la fertilidad y el alumbramiento.

MANO DE FATIMA

Es parecida a la Mano Poderosa; otorga fuerza, poder y éxito.

CRUZ DE CARAVACA

Originaria de Caravaca (Murcia-España).Existen varios libros sobre ella con conjuros y oraciones . Es protectora contra el mal de ojo y los malos espíritus. Se debe lavar y cargar con agua bendita.

 

CUERNO DE LA ABUNDANCIA

Se trata de un cesto de mimbre con forma de cono o cuerno, que se rellena de frutas, hortalizas y a veces de monedas de oro. Se dice que atrae la abundancia y la prosperidad al hogar. Parecido a la Olla de la Abundancia. Se coloca en la entrada de casa.

 

ANGELES Y CAMPANILLAS

Los ángeles son protectores de personas y hogares. Su presencia favorece la harmonía y la paz. Se les puede llamar haciendo sonar una campanilla.